Neurociencia y hábitos
- Diana | Fundadora IDBN | Especialista en Neuroeducación
- 15 abr 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 22 jun 2024
¿Sabías que el cerebro es básicamente "flojo"?
Nuestro cerebro está diseñado para ser eficaz y busca la manera de automatizar ciertas funciones. Esa automatización es un hábito.
Un hábito no es solamente cepillarte los dientes, un pensamiento recurrente se puede convertir en un hábito. Los hábitos le permiten a tu cerebro entrar en modo "piloto automático".
¡Pon atención! Los hábitos pueden ser:
Acciones
Emociones
Pensamientos
Durante el día hay cientos de hábitos que realizas sin notarlo. Hay algunos que pueden ser considerados buenos, mientras que otros pueden ser considerados malos.
A través de Mom Academy, nuestra academia neuroeducativa para mamás, aprendimos una triple A de la neurociencia y los hábitos:
Aprendidos
Activados
Automáticos
Los hábitos se aprenden, el aprendizaje nuevo sucede en una zona del cerebro conocida en inglés como prefrontal cortex (PFC) y las conexiones neuronales están involucradas en este proceso. El cerebro requiere una gran cantidad de energía para aprender algo nuevo - y también mucho esfuerzo- pero conforme se repite la experiencia se convierte en algo más natural y se "guarda ese nuevo aprendizaje" en otra zona del cerebro encargada de automatizarlo.
Los hábitos se activan. Por ejemplo, si te hablas de manera negativa y tienes ese mal hábito tu cerebro puede enfrentar frases como: - "No puedo lograrlo" - "Soy un fracaso para esto" - "No soy suficiente para mis hijos" Mientras sigas repitiendo estas ideas, preparas a tus neuronas para fortalecer esos pensamientos y pueden convertirse en un mal hábito a futuro.
Los hábitos son automáticos. El cerebro aprende a automatizarlos para hacer más eficaz otros procesos. Los hábitos se realizan de manera automática y persistente, no requieren de mucha motivación para lograrlo y pueden ser benéficos o perjudiciales. ¿Cómo puedes romper los malos hábitos? Paso 1: Identifica lo que está activando el mal hábito con el que estás batallando. Identifica dónde, cómo, cuándo, por qué y qué es lo que está activando o "disparando" ese pensamiento, sentimiento o acción. Ser consciente de cómo se activa antes de que se active automáticamente es un paso importante para ayudarle a tu cerebro a romper un mal hábito. Paso 2: Reemplaza con una nueva experiencia. Romper un mal hábito no es algo sencillo, requiere mucho esfuerzo y persistencia. Paso 3: Repite la experiencia. La repetición es clave, pero ten cuidado de no hacer de la repetición un proceso tedioso y aburrido. La repetición de una buena experiencia que libere dopamina será la clave más importante para romper un mal hábito y empezar a formar uno bueno.
En Neuroeducación IDBN® diseñamos experiencias educativas enfocadas en potenciar la capacidad neuronal de cada niño y desarrollar buenos hábitos en su proceso de aprendizaje que lo impulsan para lograr lo extraordinario ¡y te ayudamos a ti como mamá para aprender como funciona su cerebro y acompañarlo en esta aventura educativa que se adapta a la necesidad de cada pequeño y su familia!
Acerca del autor
Diana Vargas es especialista en Neuroeducación y Coach Certificado en Neurociencia Internacional por la Academia de Neurociencia en Australia. Dirige el ministerio infantil de su iglesia local y es fundadora de Neuroeducación IDBN®, la primera escuela neuroeducativa virtual internacional con la que apoyan a familias de diferentes partes del mundo a transformar la manera en la que educan desde casa. Es mamá que siempre ha educado en casa a sus pequeños de 6 y 7 años ¡y próximamente a un nuevo integrante de la familia!

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